miércoles, 20 de enero de 2010

Intención de cuestiones

No quiero encerrar ideas en palabras.
No pretendo atar verdades a realidades.
No puedo decir lo que veo,
igual que no puedo
oir lo que huelo
ni ver lo que digo.

No cabe un universo en una palabra,
ni un mundo,
ni una persona.
A penas cabe un pensamiento
limitado, mutilado y deformado.
Me conformo.

Si mis palabras fueran de papel
las quemaría
para ver lo que iluminan
antes de consumirse.

Palabras para consumir
no son ideas para vender.

Yo no busco con mis palabras dibujar la realidad, sino despertar las ideas.
No pretendo conocer los hechos, sino trascender los sentimientos.
El conocimiento es la parte sensible de la reflexión.
El pensamiento es un rayo de luz, encerrado en un cuarto lleno de espejos.
La expresión es cuando esa imagen, mil veces reflejadas y mil veces deformada, encuentra una salida.

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